El coaching es una disciplina que cada vez se está haciendo más popular, de ella existen varias modalidades y una de las más conocidas es el coaching deportivo.

Aunque mucha gente confunde al coach con el entrenador, en realidad son dos actividades diferentes (aunque una misma persona puede ser a la vez entrenador y coach si tiene formación para ello). El entrenador se encarga de preparar físicamente al deportista, mientras que el coach se encarga de la preparación mental, que es tan importante o más que la física.

El coaching deportivo es aquella práctica que tiene por finalidad conseguir que el deportista saque a flote la mejor versión de sí mismo/a. A través de esta modalidad el deportista trabaja conjuntamente sus habilidades físicas y mentales a fin de descubrir su verdadero potencial.

Incluso los deportistas de élite suelen sufrir momentos de bajón a nivel moral. El objetivo del coach es conseguir que el deportista encuentre su verdadera motivación y trabaje para lograr sus metas, pero también que entienda que no se puede ganar siempre y que aún así hay que seguir adelante y esforzarse cada día.

El coaching deportivo es también interesante para aquellos que no son deportistas profesionales. A través de un entrenador personal que además domine el coaching deportivo, el interesado puede conseguir desarrollar todo su potencial y llegar a ser una versión mejorada de sí mismo.

El coaching en el ámbito deportivo se desarrolla en varias etapas, pero una de las más importantes es la primera, que es la toma de conciencia. En ella el objetivo primordial es que la persona que se somete a entrenamiento determine con claridad cuales son las metas que quiere alcanzar.

Una vez que las metas están claramente establecidas, se puede comenzar a trabajar para conseguirlas y para hacer frente a los obstáculos que puedan surgir. Para ello se pasará por las fases de querer, saber y actuar.