El mundo del coaching deportivo está siempre en constante cambio para encontrar y adaptar nuevas técnicas que mejoren el rendimiento físico y mental de los deportistas, pero ¿dónde está el límite?
Por el momento parece que no hemos encontrado ese límite y cada día aparecen nuevas técnicas que aunque a priori puedan parecer extrañas, pueden resultar de gran ayuda para aquellas personas que quieren mejorar su potencial.
Una de las técnicas que más se está popularizando en los últimos tiempos y que más críticas está recibiendo por parte de algunos sectores es el firewalking. Esta técnica es justo lo que su nombre indica, caminar por el fuego (brasas concretamente).
En España lo de caminar por las brasas no nos es desconocido y en muchas ciudades es una práctica muy común durante las tradicionales hogueras de San Juan, pero los americanos han ido un paso más allá y han convertido esta actividad en una herramienta más del coaching deportivo.
La idea principal al usar el caminar sobre las brasas como medio de motivación es que el individuo deje de lado los bloqueos mentales y se enfrente sin miedo a los retos que tiene por delante. Esta técnica también se usa mucho en el coaching empresarial y su objetivo final es el mismo que en el ámbito deportivo, aumentar la autoconfianza del individuo.
Pensémoslo con detenimiento, si hemos sido capaces de caminar sobre brasas ¿hay algo que se nos pueda resistir?
Pero no sólo se trata del miedo, también del dolor. Caminar sobre brasas puede causar dolor y quemaduras y es ese dolor o la posibilidad de sufrirlo el que activa ciertas partes de nuestro organismo que nos ayudan a estar más activos y a resolver problemas con mayor rapidez y eficiencia.
En definitiva, el firewalking puede parecer una técnica un tanto extraña a aquellos que no están iniciados en el mundo del coaching deportivo, pero en el fondo es una técnica que cumple lo que promete y da muy buenos resultados.