Como expertos en coaching deportivo sabemos bien la importancia que tiene la psicología en el deporte. Sin embargo, cuando hablamos de ello parece que nos estamos refiriendo únicamente a deportistas de élite y no es así.

Todos a lo largo de nuestra vida y en diferentes áreas hemos sentido lo que podemos llamar un momento de bajón. Existen ciertas circunstancias que nos hacen pensar que lo que estamos haciendo para conseguir finalizar los estudios, para conseguir un empleo o para buscar un ascenso no está funcionando, y lo mismo ocurre en el deporte, tanto si se practica de modo profesional como si se realiza por ocio o para mejorar la condición física.

Por instinto natural todos queremos mejorar siempre en todas las áreas de nuestra vida. Por ejemplo, si hemos empezado a correr y participamos en nuestra primera carrera popular, el objetivo para la siguiente será bajar el tiempo, pero esto no siempre es posible y es aquí donde juega un papel primordial la psicología deportiva.

En el deporte, profesional o no, como en el resto de aspectos de nuestra vida, no siempre conseguimos fácilmente lo que buscamos e incluso algunos objetivos nos van a resultar imposibles de alcanzar por mucho que trabajemos para ello.

El objetivo de la psicología deportiva es motivarnos para hacernos ver que debemos seguir esforzándonos para conseguir aquello que queremos y que cada paso que damos, por pequeño que sea, nos sitúa un poco más cerca de la meta.

La psicología aplicada al coaching deportivo también nos permite actuar en caso de detectar que conseguir un objetivo no va a ser posible. En estos casos no merece la pena lamentarse ni comerse la cabeza con ello, lo mejor es seguir trabajando y establecer nuevas prioridades y metas que si puedan alcanzarse.